jueves, 11 de septiembre de 2008

Otra oportunidad.

-No lo hagas, por favor no lo hagas-

Es lo que me dice un pequeño zorrito blanco, a punto de partir de este cruel mundo, me mira la muñeca izquierda sangrando y con la misma hoja de afeitar a punto de cortarme las venas de la otra muñeca. ¿Será acaso mi conciencia?

-No lo hagas, por favor no lo hagas, no te quites la vida de una vez-

No se que contestarle, mi vida esta llena de sufrimiento, dolor y mucha pero mucha tristeza, toda provocada por mi mismo, por mi persona. Yo soy la causa de todos mis males, no soy nadie, solo soy un cero. Ya me canse de vivir, por mas que trate de cambiar no pude, me sentí peor.

-Por favor no lo hagas, solo una oportunidad, una sola, es lo que te pido, cumple por lo menos uno de tus sueños y si no resulta mátate, no te detendré-

Esa pequeña voz, ese zorrito tan tierno y tan triste, se me queda viendo, sus ojos cafés están a punto de llorar, me pide una segunda oportunidad, no se que decirle, ya no creo en las segundas oportunidades. Mis sueños se han convertido en pesadillas, por más que luche todo se ha ido al caño.

¿Porque impides que me mate? Es lo que yo le pregunto.

-Porque no quiero que me dejes solo, los demás zorros se han ido, aquí esta oscuro, por lo menos desearía que estuviera todo gris, no me dejes solo por favor, me da miedo, y si tú te mueres me quedare solo para siempre-

Soy un alma gris, alguien destinado a sufrir en este mundo, ya me canse de estar así, me siento solo y vacío, sin nadie, no tengo a nadie aunque este rodeado de cientos de personas me siento muy solo. El dolor de mi alma es tan grande que tengo que autolesionarme para calmarlo, es tanto que ya no puedo ni llorar.

-Entonces déjame acompañarte, permíteme estar a tu lado y si algún día decides irte de una vez por todas te acompañare-

Esta bien, así será, pero ten en cuenta que ya no habrá una tercera, y si me has de acompañar será hasta el final.

Y ese zorrito que habita en mi enferma cabeza resulto ser mi conciencia, se que hay días en los que me siento patético y solo por el estoy aquí con vida, tal vez un día me rinda y me deje llevar por los brazos de las Keres y ese zorrito me ha de acompañar.
Si algún día aprendo a dibujar le agregare a este escrito la imagen de dos zorritos.

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