Finales felices.

Siempre me he preguntado si los finales felices existen, los cuentos dicen que si, la realidad dice que no. Como serlo en un lugar donde no encajo y al final me doy cuenta que ellos no encajaban conmigo, es por eso que siempre estaré solo.

El final de este zorro no es feliz, esta lleno de tristezas, dolor, amargura y mucha soledad, nacemos solos y así nos vamos de este cruel mundo.

De mi quedaran solo cenizas, restos de un cuerpo marchito, lleno de cicatrices, de tristezas y depresiones.

Me pregunto si la muerte dará felicidad a este zorro.

Las tristezas de un zorro. Me ha dado por escribir puras cosas cortas y tristes, no soy emo, lo aclaro. Soy de las personas que no cree en los finales felices, al final siempre habrá dolor, una muerte no da felicidad (¿oh si?).

Amor.

El que no sabe de amores llorona, no sabe lo que es martirio*


Una palabra que dice tanto, de lo que se ha escrito, dibujado, fotografiado, se han compuesto canciones, se han realizado películas, todo se hace entorno al amor, se vive y muere por amor. La cura y la causa de muchos males, el mío solo se cura con la muerte.

Todos hemos amado en nuestra vida, yo lo he hecho pero eso fue hace rato, cuanto tiempo ha de pasar para que vuelva amar, sentir por alguien, vivir por alguien. No lo se, tal vez nunca vuelva a hacerlo.

Cada vez que este zorrito camina por la calle y ve personas enamoradas, agarradas de la mano, besándose, pensando en su futuro, irradiando felicidad admito que me da envidia, porque las personas como yo no nacimos para amar, hacerlo es sufrir y hacer sufrir.

Sabiendo como soy, no puedo evitar preguntarme ¿hasta cuando durara ese amor? No tengo la respuesta, tal ves la pregunta se quede en el aire para siempre.

Amar a alguien, tener compañía, dejar la soledad, ser más sociable, mas abierto, menos tímido, duro y frío, cosas que cada vez están más distantes.

Tal vez es lo que me falta, un poco de amor para darle alegría a mi vida y tratar de cambiar las cosas.




Amor para este zorro.





*Fragmento extraído de La llorona de Chabela Vargas.

Alegría.

Como quisiera ser esa otra persona, alegre, juguetón, romántico, buen amigo, ser más extrovertido, sonreír a la vida, reír de vez en cuando, poder salir a divertirme los fines de semana al antro, ir a bares, tener novia, alguien a quien amar.

En verdad lo siento. Tratar de ser alguien diferente seria ser hipócrita, engañarme a mi mismo, dejar mi esencia, tal vez sea por mi bien, pero no puedo, soy una persona gris, alguien triste, la melancolía me persigue y así seré hasta mi muerte.

Tal vez cuando este zorro se muera todo acabe.

Abismo.

Todo termina hoy- fue lo único que dije.

Me encuentro parado en la orilla de un gran precipicio, debo admitir que antes me daban miedo las alturas y creo que hoy ese miedo se ha ido, supongo que estoy decidido a morir.

El viento acaricia mi rostro y mi pelo blanco, mueve mi ropa y me susurra al oído que no lo haga, no se que decirle, hasta ahora todo es dolor, nada de paz y mucha tristeza, todo se ha vuelto monótono y vacío.

Un paso es la línea que divide la vida de la muerte (en este caso mi vida, me pregunto si sentiré dolor), siempre he tratado de cruzar y termino de este lado, es como si una mano me regresara, a veces creo que la muerte no me quiere todavía, mientras Dios se divierte con mi dolor.

Siempre me he preguntado porque los suicidas nos ponemos a reflexionar en nuestros últimos momentos, porque somos poetas, filósofos, escritores, creo que lo mejor de nosotros sale antes de morir.

Es una lastima que todo termine así.