miércoles, 27 de agosto de 2008

Abismo.

Todo termina hoy- fue lo único que dije.

Me encuentro parado en la orilla de un gran precipicio, debo admitir que antes me daban miedo las alturas y creo que hoy ese miedo se ha ido, supongo que estoy decidido a morir.

El viento acaricia mi rostro y mi pelo blanco, mueve mi ropa y me susurra al oído que no lo haga, no se que decirle, hasta ahora todo es dolor, nada de paz y mucha tristeza, todo se ha vuelto monótono y vacío.

Un paso es la línea que divide la vida de la muerte (en este caso mi vida, me pregunto si sentiré dolor), siempre he tratado de cruzar y termino de este lado, es como si una mano me regresara, a veces creo que la muerte no me quiere todavía, mientras Dios se divierte con mi dolor.

Siempre me he preguntado porque los suicidas nos ponemos a reflexionar en nuestros últimos momentos, porque somos poetas, filósofos, escritores, creo que lo mejor de nosotros sale antes de morir.

Es una lastima que todo termine así.

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